sábado, 31 de enero de 2015

¿Qué es el Anarcosindicalismo?


¿Qué es el Anarcosindicalismo?

¿Qué es?

El anarcosindicalismo es una de las ramas del anarquismo vinculada al movimiento obrero a través del sindicalismo. Es un método de organización y de lucha de los trabajadores a través de sindicatos autónomos del poder político. Es el resultado de la síntesis del anarquismo y la acción sindical revolucionaria. Se diferencia de otros movimientos anarquistas en que su ámbito de actuación característico (aunque no exclusivo) es el mundo del trabajo, complementándose con otras organizaciones de similar ideología para la consecución de los fines perseguidos; es una corriente de pensamiento que aparece a finales del siglo XIX y principios del XX.



¿Qué busca?

Su objetivo final es la conquista por parte de los trabajadores de los medios de producción, para cambiar y reorganizar la sociedad según los principios federalistas y de democracia directa (es decir, según los principios del anarquismo), gestionando los propios trabajadores todas las estructuras políticas y económicas de la sociedad; a este planteamiento se le conoce como autogestión. De este modo, la meta del anarcosindicalismo no es únicamente la defensa de los derechos de los trabajadores dentro de un marco económico capitalista, sino que persigue el cambio de dicho sistema capitalista por otro denominado comunismo libertario a través de una revolución; el motivo principal es que los anarcosindicalistas consideran que la democracia capitalista es un régimen intrínsecamente perjudicial para los intereses de la clase trabajadora, impidiendo su emancipación y manteniendo la desigualdad económica que combaten.

El anarcosindicalismo lleva a cabo una unión entre los objetivos a largo plazo mencionados anteriormente, y las reivindicaciones y demandas que se plantean de forma cortoplacista en lo local, ya sea en el ámbito de una empresa o a nivel estatal. De esta forma, una organización anarcosindicalista puede luchar por mejorar o defender los derechos laborales sin caer en la defensa del modelo de organización social vigente; para conseguir esto, se enfatiza el principio anarquista de que los medios y fines deben ir unidos. Por este motivo, el anarcosindicalismo defiende la acción directa consistente en el tratamiento de los conflictos laborales entre empleador y trabajadores, sin que participen terceras personas (como los jueces) que pudieran obstruir a los trabajadores. No obstante, hay que aclarar que por diversos motivos no siempre se pone en práctica este principio.
Internamente, el anarcosindicalismo promueve que los sindicatos se organicen basándose en los principios anarquistas del asamblearismo, federalismo, apoyo mutuo einternacionalismo. Una organización sindical organizada de esta forma es en sí misma un embrión del sistema político-económico al que aspira el anarcosindicalismo. Además, se rechaza la participación en todas aquellas estructuras políticas y sociales que no sean afines al asamblearismo, promoviendo alternativas horizontales a las mismas. Otros principios básicos son el antiestatismo y la autogestión. En esta última se suele poner mucho énfasis, para garantizar la independencia del sindicato frente a poderes externos que pudieran perjudicarlo. De ahí que se suelan rechazar las subvenciones estatales o de empresas privadas, manteniéndose únicamente mediante sus propios medios.

Dentro del anarcosindicalismo, cada organización adopta con mayor o menor firmeza los principios básicos del mismo, existiendo algunas que los tratan con mayor flexibilidad por diversos motivos. Es por esto que existen serias diferencias entre unos y otros partidarios del anarcosindicalismo, según la importancia que se le da a la aplicación de dichos principios. Por ejemplo, en España la Confederación General del Trabajo o CGT es una federación de sindicatos que se considera anarcosindicalista y que aplica buena parte de los principios del anarcosindicalismo (federalismo, asamblearismo, apoyo mutuo, etc.) pero recibe subvenciones del Estado y participa en las elecciones sindicales, motivo por el cual ciertos colectivos consideran que no se le puede calificar de organización anarcosindicalista.

Sus características:

- La intención de agrupar al mundo del trabajo para la defensa de sus interes inmediatos, y obtener mejoras en su calidad de vida. Para ello forma sindicatos.

- La creación de una estructura en la que la que no hay dirigentes ni poder ejecutivo.

- El deseo de transformación radical de la sociedad, transformación a la que se llega por medio de la Revolución Social. Sin finalidad transformadora no existe el anarcosindicalismo.

- Otro nombre que recibe el anarcosindicalismo, es el de sindicalismo revolucionario.



Historia:

Deriva de los postulados originales de la Primera Internacional, tomando el sindicato como el medio de lucha de la clase obrera. Ha tenido un papel importante en Argentina, Italia, Estados Unidos, Uruguay, Francia, Rusia, Corea y España, lugar este último donde tuvo una gran importancia en la Revolución Española de 1936. Actualmente, el anarcosindicalismo tiene un carácter minoritario aunque siempre potencialmente significativo y extendido por los cinco continentes, siendo la organización que más lo impulsa la AIT, organización fundada en Berlín en 1922 y que pretende ser la continuadora de la Primera Internacional.

La teoría sindicalista se desarrolló en Francia como un unionismo sindical revolucionario, que giraba alrededor de la guerra de clases, y que a base de huelgas, boicots, sabotaje y, donde fuese necesario, violencia personal, luchaba por mejores condiciones y preparar a los trabajadores para la huelga general revolucionaria que finalmente acabaría con el capitalismo. Desconfiaban de los partidos políticos, y veían que la emancipación de la clase trabajadora debía ser alcanzada por la propia clase trabajadora y sus propias instituciones. Tanto Proudhon como Bakunin y Kropotkin coincidían en que la revolución anarquista debería ser espontánea y fluir «de abajo arriba», y no estar sujeta a ningún tipo de liderazgo susceptible de evolucionar en un nuevo gobierno. Enfrentados a la represión continua, algunos anarquistas adoptaron la estrategia sindicalista para despertar el espíritu revolucionario; Los anarcosindicalistas contemplaban el movimiento sindical al mismo tiempo como un medio para organizar al proletariado para la revolución, y un armazón alrededor del cual se podía construir la subsiguiente sociedad.

Algunas de las primeras muestras de anarcosindicalismo, si bien todavía no se le llamaba de esta forma, fueron los movimientos obreros que tuvieron lugar durante la segunda mitad del siglo XIX en varios países adoptando principios e ideas anarquistas. Uno de los hechos más conocidos al respecto fue la famosa huelga por la jornada laboral de ocho horas del 1 de mayo de 1886 que llevó tres días más tarde a la Revuelta de Haymarket y a la muerte de los llamados mártires de Chicago (1886-87), escalera de acontecimientos que dio origen a la actual celebración del 1 de mayo como Día Internacional de los Trabajadores. Sería más adelante cuando se daría el paso definitivo de enlazar, directa e inequívocamente, el sindicalismo y el anarquismo como una única cosa.

En Francia, puede considerarse a Émile Pouget un antecedente del anarcosindicalismo desde la década de 1880, así como lo fue también en la siguiente década el periodista Fernand Pelloutier, líder de la Federación de Bolsas de Trabajo, una federación de grupos sindicales que se fusionaron en 1902 con la Confederación General del Trabajo (CGT), fundada en 1895 y que en aquel momento acogía toda la vida revolucionaria de los sindicatos. Pelloutier rechazaba el anarquismo individualista y el terrorismo, y en L'Organisation corporative et l'Anarchie (1896), planteó la asociación voluntaria y libre de productores como la primera y transitoria forma de la futura sociedad anarquista. También Paul Delesalle apoyó esta teoría, y Pouget, secretario adjunto de la CGT de 1901 a 1908, planteaba el mismo concepto «embrionario» del anarcosindicalismo; en el Congreso de Amiens en 1906 fue presentada la resolución conocida como la Charte d'Amiens, que planteaba el papel embrionario de los sindicatos como base de la reconstrucción social, en tanto grupo de producción y distribución. En la línea del anarquismo sin adjetivos, planteaban también que la acción económica directa contra la patronal era lo único importante, y que las distintas tendencias políticas y filosóficas de los trabajadores podían desarrollarse al margen del sindicato. De ese modo, pretendían impedir la injerencia ideológica del socialismo en los sindicatos, sin que hubiera por ello impedimento a que, como trabajadores, pudieran entrar en los mismos. Kropotkin y Malatesta, que se oponían al ilegalismo y el terrorismo, aplaudieron esta idea que terminó convirtiéndose en la forma de organización sindical preferida por casi todas las corrientes anarquistas.

En España, el terrorismo y las acciones individualistas fueron perdiendo peso en favor del sindicalismo revolucionario a partir de finales del siglo XIX y principios del siglo XX. La opinión de que la huelga general era la mejor forma de iniciar la revolución cobraba cada vez más fuerza. En el congreso anarquista que se celebró en Amsterdam en 1907 salió reforzada la idea de la participación anarquista en los sindicatos. En 1907 se creó el sindicato Solidaridad Obrera en Cataluña, y en 1910 se extendió dicho sindicato a toda España creándose la Confederación Nacional del Trabajo o CNT. Si bien comenzó siendo pequeña, creció rápidamente debido sobre todo a su actividad durante la Huelga General en España de 1917. Uno de sus principales logros históricos, que también es uno de los mayores logros del anarcosindicalismo, fue la jornada laboral de ocho horas que se logró tras la Huelga de La Canadiense en 1919. Pocos años después la CNT se unía a la Asociación Internacional de los Trabajadores. Sin embargo, ladictadura de Primo de Rivera obligó a la CNT a pasar a la clandestinidad hasta la llegada de la República.

Una de las grandes dificultades a las que se ha enfrentado históricamente el anarcosindicalismo ha sido sus divisiones internas. La síntesis ideológica resultante entre el anarquismo y el sindicalismo revolucionario conlleva tensiones entre partidarios más inclinados hacia una u otra tendencia, lo que ha provocado y provoca divisiones en los senos de las organizaciones anarcosindicales. En España, durante el período de la Segunda República hubo dos escisiones al respecto. La primera escisión, surge de una reacción por parte de sindicalistas ante el predominio de las ideas que defendía la FAI (Federación Anarquista Ibérica) con respecto a la CNT. El primer paso, fue la redacción de un manifiesto reclamando la independencia de la CNT de cualquier injerencia externa (en clara alusión a la FAI). Este manifiesto, fue firmado por 30 adherentes, por lo que fue conocido como "Manifiesto de los 30" y quienes lo utilizaron como arma dentro de la CNT, trentistas. Estos trentistas, más inclinados a defender un sindicalismo "puro" (es decir, no influidos por las ideas y prácticas anarquistas), contaron con poco respaldo en general dentro de la organización sindical, por lo que se escindieron formando los llamados "Sindicatos de oposición" (con cierta influencia del partido marxista BOC). Aún con todo, estos sindicatos de oposición se negaron a ir más allá, por lo que sufrieron la escisión, liderada por Ángel Pestaña, del Partido Sindicalista, que apenas congregó a un reducidísimo grupo de exmilitantes cenetistas (comparando con las cifras de afiliación y militancia de la época), a los que conminó a regresar a la organizar tras el Congreso de Zaragoza de la CNT (1936), en que se reintegraron los sindicatos de oposición y el estallido de la Revolución social, en lo que algunos interpretan como un acto de redención del que fuera Secretario General de la CNT en la clandestinidad de la dictadura de Primo de Rivera.

La CNT mantuvo una relación bastante tensa con el Estado durante la República, debido a que sus militantes consideraban insuficientes las reformas que se estaban llevando a cabo. Convencidos de que la revolución era necesaria y sólo podría llegar a través de sus propios medios, comenzaron a llevar a cabo ocupaciones de tierras y huelgas continuas. Los sucesos de Casas Viejas firmaron la ruptura definitiva entre el gobierno republicano y la CNT, aunque un número considerable de sus militantes terminarían votando al Frente Popular en 1936 debido a la represión llevada a cabo por la derecha. Con la Guerra Civil Española tuvo lugar uno de los mayores logros históricos de la CNT y del anarcosindicalismo en todo el mundo: la revolución española, mediante la cual los anarcosindicalistas se apoderaron de medios de producción en Cataluña y Aragón y llevaron a cabo las transformaciones sociales a las que aspiraban en una auténtica puesta en práctica de la anarquía. Sin embargo, los enfrentamientos con las autoridades comunistas y la posterior victoria del bando nacional en la guerra marcaron la práctica desaparición del anarcosindicalismo en España, que apenas pudo operar en la clandestinidad desde el exterior. Este hecho puso punto y final también al declive del anarcosindicalismo en todo el mundo, ya que España era uno de los pocos países donde las ideas anarquistas y anarcosindicalistas habían prevalecido sobre el comunismo que era ya dominante.
A partir de los años 40-50, el sindicalismo empieza a ser cuestionado por un mayor número de grupos cada vez, siendo las más importantes las críticas realizadas por el marxista holandés Anton Pannekoek. Poco a poco, estas ideas críticas con el sindicalismo se extienden también al anarcosindicalismo y en los años 60 se producirán los primeros focos de ruptura con las organizaciones anarcosindicalistas y que encontrarán en el mayo francés un auténtico punto de ruptura con las organizaciones tradicionales apostando fuertemente por la Autonomía obrera que pronto se extenderá a otros ámbitos de lucha de tipo más social.

En la actualidad, el anarcosindicalismo en el Estado español sigue representado por la CNT-AIT, que propugna un sindicalismo basado en la acción directa de sus secciones sindicales frente al modelo sindical español basado en los Comités de Empresa, órganos de mediación entre patronal y trabajadores. Por otro lado, hay otras organizaciones que se reivindican anarcosindicalistas como la CGT (escisión de la CNT-AIT) o la Confederación Sindical Solidaridad Obrera (escisión de CGT), organizaciones que sí aceptan el modelo sindical oficial, aunque con vistas a superarlo.

En la misma línea que en el Estado español, en el Estado francés es la Confédération Nationale du Travail (CNT-AIT), que en 1993 sufrió una escisión por quienes querían participar en las elecciones sindicales. Esta decisión conllevó el abandono de la mayoría de militantes separándose de la AIT, y paso a denominarse CNT-Vignoles (CNT-f), la cuál, a su vez, sufrió en su último congreso la escisión de CNT-Solidarité Ouvrière (CNT-Solidaridad Obrera).

En la región argentina, recupera implantación la histórica Federación Obrera Regional Argentina (FORA-AIT) que siempre ha reivindicado una línea muy particular dentro del anarquismo y su inserción en el mundo laboral, al apostar por las sociedades de resistencia en lugar de los tradicionales sindicatos, considerando que dichas sociedades deben estar compuestas por anarquistas.

En el Estado sueco, la organización más grande que se reclama anarcosindicalista es la Sveriges Arbetares Centralorganisation (SAC), en castellano Organización Central de Trabajadores de Suecia, que en 1956 se retiró de la AIT.




"Para los anarcosindicalistas, el sindicato no es simplemente un fenómeno de transición, tan efímero como la sociedad capitalista, sino que entraña el germen de la economía socialista del mañana, y es la escuela primaria del socialismo en general".

Rudolf Rocker


Fuente:

- http://es.wikipedia.org/wiki/Anarcosindicalismo

- http://anarcosindicalismo-basico.blogspot.com/2009/01/que-es-el-anarcosindicalismo.html


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viernes, 30 de enero de 2015

¿Qué es el Mutualismo?

¿Qué es el Mutualismo?
¿Qué es?

El mutualismo (del latín mutuum, mutuo o intercambio) es una corriente del pensamiento anarquista, que puede ser atribuida a los escritos de Pierre-Joseph Proudhon, y que propone una sociedad futura sin Estado donde la propiedad de los medios de producción pueda ser individual o colectiva siempre que el intercambio de bienes y servicios represente montos equivalentes de trabajo. A partir de este esquema se construiría la sociedad mutualista que funcionaría asociando de forma libre a los productores en federaciones de industria que organicen la cooperación y reemplacen a los empleadores, extiendan certificados de tiempo-trabajo y préstamos a sus miembros, se hagan cargo de los productos finalizados, pacten servicios de policía, intercambien con otros grupos de comercio para su beneficio mutuo a través de una federación de segundo grado habilitando a sus miembros para utilizar su crédito, y asimismo asegurarlos frente a las pérdidas.



¿En qué se basa?

El mutualismo está basado generalmente en la teoría del valor-trabajo que sostiene que cuando el trabajo o lo que este produce es vendido, en intercambio, este debe recibir bienes y servicios que abarquen "el monto de trabajo necesario para producir un artículo exactamente similar e igual utilidad". Recibir menos (o más) se consideraría explotación, robo de trabajo, o usura. El mutualismo también es crítico con la intervención del gobierno y con la propiedad privada de bienes naturales y se le ha identificado muchas veces como una ideología económica a medio camino entre la economía clásica —liberal— y el socialismo, con características de ambos.

Conceptos generales del mutualismo:

- Posesión del suelo y otros medios de producción, como punto intermedio ("síntesis") entre la propiedad privada y la colectivización.

-Principio del costo, ausencia de lucro, derivado de la teoría del valor-trabajo.

-Crédito gratuito (o a bajo costo) generado por un banco público (nacional o local). Esta propuesta, con rasgos tendientes al colectivismo económico, se encuentra modificada en la vertiente mutualista que fue más cercana al liberalismo económico.

-Principio federativo para organizar a los productores industriales en federaciones que se hagan cargo del gobierno de la sociedad en un régimen de autogestión obrera.

Teoría:

Los mutualistas se oponen a la idea de individuos recibiendo alguna ganancia, renta o interés (por ejemplo a través de préstamos, inversiones o alquileres) que son considerados en uno u otro nivel acuerdos económicos "injustos" ya que creen que estos individuos no están trabajando. Muchos de ellos argumentan que si la intervención del Estado cesa, este tipo de ingresos desaparecerían al incrementarse la competencia en capital y los individuos recibirían no más ingresos que aquellos en proporción al monto de trabajo que ellos ejercen, viendo la ausencia de lucro como algo deseable. Aunque como el mutualismo es una teoría no-compulsiva, las actividades lucrativas se mantendrían como opcionales. En la medida que aseguran el derecho de los trabajadores al producto completo de su trabajo, los mutualistas respaldan conceptos que ciertos autores han estimado compatibles con la economía de mercado y la propiedad privada alejándose así del modelo tradicional de socialización de los medios de producción (o de nacionalización de los medios de producción) propuesto por el socialismo y el comunismo para superar la sociedad capitalista. De todos modos, rechazan la libertad de precios de la oferta y demanda de la economía de mercado y la propiedad privada de la tierra, y abogan por títulos condicionales del suelo, donde el dominio privado es legitimado sólo en tanto provenga del uso u ocupación (denominado "posesión" por Proudhon ). Mientras que para bienes de capital (medios de producción hechos por el hombre, bienes que no sean suelo) las opiniones mutualistas difieren sobre sobre si éstos deben ser bienes administrados colectivamente o propiedades privadas.

El mutualismo proudhoniano, para algunos autores, tiene paralelismos con el ideario más radical del cooperativismo y del sindicalismo por afirmaciones como esta: "no necesitamos dudar, porque no tenemos otra opción... es necesario formar una asociación entre los trabajadores... porque sin ella, estaremos relacionados como subordinados y superiores en dos... castas de los capitanes y los trabajadores-salariados, lo que repugna a una sociedad libre y democrática" y así "se hace necesario para los trabajadores el formar en sí mismos sociedades democráticas, con igualdad de condiciones para todos los miembros, bajo pena de una recaída en el feudalismo." Aunque el mutualismo de Proudhon es similar en ciertos aspectos a las doctrinas económicas de los anarquistas individualistas norteamericanos decimonónicos, a diferencia de la neutralidad de estos respecto al rol del trabajador y el rol del empresario y de su preferencia por la empresa privada y la libertad de contratación como sustitutos libertarios del gobierno y la ley, los mutualistas tradicionales en cambio se han inclinado por el clasismo obrerista y han estado en favor de la asociación industrial de trabajadores a gran escala promoviendo un tipo de "autogestión obrera" que se haga cargo de la sociedad y sus leyes.

Debido a estos puntos mencionados previamente, la teoría político-económica mutualista ocupa un sitio poco habitual en el espectro político que en ocasiones se ha caracterizado como un punto intermedio entre individualismo y colectivismo. El mismo Proudhon describió la "libertad" que él pretendía como "la síntesis del comunismo y la propiedad." Los mutualistas decimonónicos, siguiendo a Proudhon, originalmente se consideraban a sí mismos "socialistas" aunque en un modo diferente al de la tradición socialista debido, entre otras cosas, a que no abogaron por la colectivización compulsiva sobre los medios de producción. Benjamin Tucker dijo de Proudhon, que "aunque se opuso a la socialización de la propiedad del capital, [Proudhon] encaminó no obstante, a socializar sus efectos haciendo su uso beneficioso para todos en lugar de un medio de empobrecimiento de muchos para enriquecer a los pocos... sometiendo el capital a la ley natural de la competencia, obteniendo que el precio de su propio uso baje al coste." Para el autor contemporáneo Kevin Carson, quien ha teorizado una forma de mutualismo cercana al liberalismo laissez faire "[e]s la intervención del Estado lo que distingue el capitalismo del libre mercado".

Incluso como un concepto político el término mutualismo no está limitado a la tradición del anarquismo o de Proudhon, otros autores han escrito desde una perspectiva política sobre el concepto biológico de mutualismo, lo contrario de parasitismo, como en el caso de Piotr Kropotkin como un llamado para establecer, o según su criterio restablecer, un orden social basado en la reciprocidad. La teoría económica sobre una hipotética sociedad futura aquí explicada llamada mutualismo no debe confundirse con el mutualismo o movimiento de mutualidades, movimiento políticamente neutral que se encuentra plenamente integrado a la sociedad presente.



Historia

Esta teoría política evolucionista tuvo su mejor periodo de aceptación en el naciente movimiento anarquista a mediados del siglo XIX, pero algunas décadas después su popularidad fue desplazada por visiones revolucionarias y radicalmente colectivistas del anarquismo como el anarcocomunismo y el anarcosindicalismo, por lo que ya entrado el siglo XX el mutualismo había sido relegado por la historia política a ser más una anécdota del movimiento anarquista primitivo que un movimiento vigente.
El mutualismo, como término, ha visto una variedad de usos relacionados. Charles Fourier uso primeramente el término francés "mutualisme" in 1822, aunque no se refería a un sistema económico. El primero uso del nombre "mutualista", en idioma inglés "mutualist", fue en el New-Harmony Gazette por un estadounidense owenita en 1826. En los primeros años de 1830, una organización laboral en Lyon, Francia, se llamó a sí misma "Mutuellists."

Proudhon estaba involucrado con los mutualistas de Lyon y luego adoptó el nombre para describir sus propias enseñanzas. En What Is Mutualism? [[Clarence Lee Swartz]] da su propio recuento del origen del término, argumentando que "la palabra "mutualism" parece haber sido usada primero por John Gray, un escritor inglés, en 1832." Cuando Lecture on Human Happiness de John Gray de 1825 fue publicada por primera vez en Estados Unidos en 1826, los publicadores pusieron de apéndice el Preamble and constitution of the Friendly Association for Mutual Interests, located at Valley Forge. 1826 también vio la publicación Constitution of the Friendly Association for Mutual Interests at Kendal, Ohio.
Para 1846, Pierre Joseph Proudhon estuvo hablando de "mutualité" (mutualidad) en sus escritos, y usó el término "mutuellisme," al menos tan temprano como en 1848, en su "Programme Révolutionnaire." William B. Greene, en 1850, usó el término "mutualismo" para describir un sistema de crédito mutuo similar a aquel de Proudhon. En 1850, el periódico estadounidense The Spirit of the Age, editado por William Henry Channing, publicó propuestas para un "poblado mutualista" por Joshua King Ingalls y Albert Brisbane, junto con trabajos teóricos de Proudhon, William B. Greene, Pierre Leroux, y otros.


Nota de trabajo por tiempo usada en una comunidad fundada por Josiah Warren, inspirada en el llamado principio del costo. Esta parte de las propuestas de Warren fue empatada a la vertiente mutualista desarrollada por el pensador norteamericano Benjamin Tucker, la cual difiere en algunos aspectos colectivistas e industrialistas instaurados en la teoría proudhonista original.

El mutualismo ha sido asociado a dos tipos de reforma monetaria, las notas de trabajo y el banco mutual. Las notas de trabajo fueron primeramente discutidas en los círculos owenitas y recibieron su primera prueba práctica en 1827 en la Time Store de un antiguo miembro de New Harmony y anarquista individualista Josiah Warren, quien no tuvo ningún contacto con el mutualismo. El banco mutualista o federación mutualista de crédito se encaminaba a la monetización de todas las formas de riqueza y la extensión del crédito. Está más bien asociado a William B. Greene, pero Greene se basa en el trabajo de Proudhon, Edward Kellogg, y William Beck, así como de la tradición de los bancos de tierras.

En Europa continental dentro de la Primera Internacional el grupo de mutualistas franceses eran el eje del Partido Federalista, facción de orientación anarquista opuesta al Partido Centralista del marxismo. Fueron representados por Henri Tolain, y se enfrentaron con Karl Marx por el tema del rol del Estado y la cuestión de la socialización de la tierra, idea a la que se oponían. Cuando prosperó la moción en favor de la socialización de la tierra, los mutualistas fueron desplazados dentro del Partido Federalista por Mijaíl Bakunin, defensor de las tesis colectivistas y sus seguidores. Así, para finales del siglo XIX el mutualismo ya había sido abandonado por la mayoría de sus anteriores simpatizantes prefiriendo otras teorías más modernas y dejó de ser un movimiento político relevante.


En el año 2006, luego de más de un siglo sin exposición teórica visible del mutualismo, Kevin A. Carson presentó una revisión del mutualismo en un libro titulado "Studies in Mutualist Political Economy". En él ha formulado una teoría que se caracteriza por presentar una síntesis entre la teoría histórica del mutualismo (de la tradición socialista libertaria), el antiguo anarcoindividualismo estadounidense, y el libertarismo de izquierda (de la tradición capitalista liberal), con el objetivo de crear un movimiento por el "anticapitalismo de libre mercado" y resucitar el mutualismo. Según Carson "muchos mutualistas han abandonado la teoría del valor-trabajo, y prefieren evitar el término socialista. Pero aun retienen muchas actitudes culturales, en su gran parte, que los separan de la derecha libertaria." Otros pensadores anarquistas presentes con ideas mutualistas son Joe Peacott y Shawn Wilbur.

Fuente:

-http://es.wikipedia.org/wiki/Mutualismo_%28teor%C3%ADa_econ%C3%B3mica%29

-http://spa.anarchopedia.org/Mutualismo

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jueves, 29 de enero de 2015

¿Qué es la Acción Directa?

¿Qué es la Acción Directa?

La acción directa o medida de acción directa es la realización autoorganizada de una iniciativa individual o grupal, enfocada en dar respuestas puntuales a situaciones concretas, o para la creación de condiciones más favorables, usando los medios disponibles. Básicamente toda acción organizada directamente por los interesados es directa, en contraste con las acciones indirectas, como son las acciones mediadas, por ejemplo, la representación o delegación política.



En definicion, la accion directa es hacer una acción directamente contra algo, es decir, con el objetivo de cambiar las cosas directamente contra el objeto, la persona, o la figura simbólica en cuestión.

También la acción directa se ve como una acción que no está representada, y por ende es directamente ejecutada por el individuo o grupo y no sólo por líderes.

La acción directa es un principio central del anarquismo,incluyendo anarcosindicalismo, anarcocomunismo, insurreccionalismo, anarquía verde, anarcoprimitivismo y anarcopacifismo.


Objetivo:

Su objetivo apunta a:

- Obstruir a otro agente u organización realizando prácticas a las cuales éstas se oponen.
- Actuar con cualquier recurso o método que esté dentro de su poder, sobre la propia persona o como parte de un grupo, para resolver sus asuntos.

Este método y teoría es directo en el sentido de que busca inmediatamente resolver las carencias percibidas, en oposición a tácticas indirectas como la elección de representantes que prometen solucionar esos problemas a largo plazo. La acción directa va entrelazada con la intención de practicar directamente la autoorganización, por ende estando en contradicción de la acción intermediada de los representantes del Estado.


Medios:

No se puede confundir acción directa con acción violenta. La acción violenta es la que se realiza por medio de la violencia física, es decir, no necesariamente la acción directa es a modo violento. Tampoco debe ser confundido con la propaganda por el hecho, que es tan solo una de las formas que puede tomar la acción directa.

Los medios usados pueden ir de las huelgas al sabotaje, bloqueos de vías de comunicación terrestre, resistencia pasiva, ocupación de lugares de trabajo, boicots, o métodos innovadores tales como la acción poética y acciones de mayor continuidad como establecer centros sociales o fundaciones (ej. ongs, tanques de pensamiento), crear empresas autogestionadas, contraeconomía, entre otros proyectos. Este tipo de acciones son, con frecuencia (pero no siempre), una forma de desobediencia civil .



Relación con la propaganda por el hecho:

En la historia del anarquismo la Propaganda por el hecho es un concepto de origen anarquista, que apareció hacia el final del siglo XIX, comoviolencia física promovida contra enemigos políticos como manera de inspirar las masas y de catalizar la revolución.

Actualmente, algunos grupos anarquistas aún consideran plausible la Propaganda por el hecho como forma de Acción directa.

Por otro lado, diversos grupos anarquistas consideran que la Propaganda por el hecho constituyó una forma de lucha que sólo fué relevante en la época en que surgió. Por eso, señalan la Propaganda por el hecho no tiene valor en la actualidad.

Otros grupos anarquistas cuestionan la Propaganda por el hecho incluso en la época en que surgió señalando que esta tiende a violar el principio de Coherencia entre medios y fines del anarquismo. De esa manera, Propaganda por el hecho y Acción directa no son la misma cosa y con frecuencia hasta se contradicen.

  


"Cada persona que alguna vez haya pensado que tenía el derecho de expresarse, y valientemente hubiese procedido a hacerlo, solitariamente o junto con otros que compartiesen sus convicciones, ha sido practicante de la Acción Directa".

Cada persona que alguna vez haya planeado hacer alguna cosa, y fue y la hizo, o que haya presentado un plan a los demás y ganado su cooperación para hacerla con ellos, sin tener que dirigirse a autoridades exteriores a pedirles que por favor la hicieran por ellos, ha sido practicante de la acción directa. Todos los experimentos cooperativos son esencialmente, acción directa.

Toda persona que alguna vez en su vida haya tenido que resolver una diferencia con otra persona, y se haya dirigido directamente a la otra u otras personas involucradas para resolverla, ya sea de manera pacífica u otra, era un practicante de la acción directa. 

Estas acciones por lo general no se deben a que alguien se ponga a pensar demasiado acerca de los méritos de lo directo o de lo indirecto de la acción, sino que son recursos espontáneos de aquellos que se sienten oprimidos por una situación. 


Fuente:

- http://es.wikipedia.org/wiki/Acci%C3%B3n_directa

http://spa.anarchopedia.org/Acci%C3%B3n_Directa

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martes, 27 de enero de 2015

Contra el Sistema Público de Enseñanza - William Godwin

Contra el Sistema Público de Enseñanza
William Godwin


La dirección que en mayor o menor grado ejerce el gobierno sobre la educación pública, es uno de los medios de que suele valerse para influir en la opinión general. Es digno de ser notado que la idea de tal dirección cuenta con el apoyo de algunos de los más celosos partidarios de las reformas políticas. Por consiguiente, su examen merece nuestra más escrupulosa atención.

Los argumentos en favor de esa idea fueron ya anticipados. "Las personas designadas para ejercer altas funciones públicas y para velar, por lo tanto, por el bienestar general, no pueden ser indiferentes al cultivo de la mente infantil, permitiendo que el azar decida acerca de su buena o mala formación. No es posible lograr que el amor al bien público y el patriotismo sean las virtudes dominantes de un pueblo, si no se hace de su enseñanza en la primera juventud una cuestión de interés nacional. Si se permite que la educación de la juventud sea confiada únicamente al cuidado de los padres o de la benevolencia accidental de otras personas, ¿no resultará necesariamente que algunos jóvenes serán educados en la virtud, otros en el vicio y otros serán desprovistos de toda educación?" A estas consideraciones se ha agregado "que la máxima que ha prevalecido en la mayoría de los países civilizados, según la cual la ignorancia de la ley no justifica la violación de la misma, es en alto grado inicua; que el gobierno puede en justicia castigarnos por delitos determinados si previamente no nos ha prevenido respecto de los mismos, cosa que no puede cumplirse, a menos que exista algo semejante a una educación pública".

La bondad o la inconveniencia de esta teoría será determinada por la consideración acerca de la tendencia benéfica o maligna que ella implique. Si la intervención de los magistrados en un sistema de educación general fuera favorable al bien público, sería ciertamente injustificable que tal función no se cumpliera. Si, por el contrario, esa intervención resultara perjudicial, sería injustificable y erróneo preconizarla.

Los defectos de un sistema de educación nacional derivan en primer lugar del hecho que toda institución oficial implica necesariamente la idea de permanencia y conservación. Ese sistema procura expresar y difundir todo cuanto es ya conocido, de utilidad social, pero olvida que queda aún mucho más por conocer. Suponiendo que en el momento de implantarse ofrezca los beneficios más substanciales del conocimiento, llegará a ser gradualmente inútil a medida que su duración se prolongue. Pero el concepto de inutilidad no expresa exactamente sus defectos. Más aún, restringe el vuelo del espíritu y lo sujeta a la fe en errores probados. Se ha observado con frecuencia que la enseñanza impartida en universidades y otros establecimientos públicos se hallaba atrasada en un siglo con respecto a los conocimientos que poseían los miembros de la misma sociedad, libres de trabas y prejuicios. Desde el momento en que un sistema adquiere forma institucional, ofrece de inmediato esta característica inconfundible: el horror al cambio. A veces una violenta conmoción puede obligar a los voceros oficiales de un caduco sistema filosófico, a decidirse por otro menos anticuado; en cuyo caso se sentirán tan pertinazmente apegados a la segunda doctrina, como lo habían estado respecto a la primera. El verdadero progreso intelectual requiere que las mentes trabajen con suficiente agilidad para captar los conocimientos alcanzados por los hombres más ilustrados, de la época, tomándolos como punto de partida para nuevas adquisiciones y nuevos descubrimientos. Pero la educación pública ha gastado siempre sus energías en el mantenimiento del prejuicio. En vez de dotar a sus alumnos de la capacidad necesaria para someter cualquier proposición a la prueba del examen, les enseña el arte de defender los dogmas establecidos. Estudiamos a Aristóteles, a Tomás de Aquino, a Belarmino o a Coke, no con el ánimo de descubrir sus posibles errores, sino con la disposición de que nuestro espíritu se identifique con todos los absurdos en que aquéllos han incurrido. Este rasgo es común a todos los establecimientos públicos y aún en esa insignificante institución de las Escuelas dominicales, donde se enseña principalmente a venerar a la iglesia anglicana y a inclinarse humildemente ante todo individuo elegantemente vestido. Todo lo cual es en absoluto contrario al verdadero interés del espíritu y debe olvidarse antes de adquirir el verdadero conocimiento.

La capacidad de perfeccionamiento es una característica propia del espíritu humano. El hombre renuncia a su más elevado atributo cuando se adhiere a principios que su conciencia rechaza, aunque anteriormente los hubiera hallado justos. Cesa de vivir intelectualmente desde que se cierra a sí mismo el camino de la investigación. Ya no es un hombre, sino el espectro de alguien que fue. Nada más insensato que establecer separación entre un credo y las razones objetivas de las que depende su validez. Si yo pierdo la capacidad de comprobar la evidencia de esas razones, mi convicción no será otra cosa que un prejuicio. Influirá sobre mis actos a modo de prejuicio, pero no podrá animarlos como una real captación de la verdad. La diferencia que hay entre el hombre guiado de este modo y el que conserva íntegramente la libertad de su espíritu, es la diferencia que media entre la cobardía y el valor. El hombre que es, en el mejor sentido, un ser intelectual, se complace en revisar constantemente las razones que lo han llevado a determinada convicción, en repetir esas razones a sus semejantes, susceptibles de ser igualmente convencidos, lo que al mismo tiempo confiere a aquéllas mayores consistencia en su propio espíritu; estará además siempre bien dispuesto a recibir objeciones, pues no siente la vanidad de consolidar un prejuicio. El que sea incapaz de realizar tal saludable ejercicio no podrá cumplir ninguna función meritoria. Resulta por lo tanto que ningún principio puede ser más funesto en el orden de la educación, que el que nos enseña a considerar como definitivo y no sujeto a revisión un juicio determinado. Esto es aplicable tanto a los individuos como a las comunidades. No existe proposición suficientemente válida para justificar la creación de instituciones destinadas a inculcarla de un modo definitivo en los espíritus. Todo puede ser objeto de lecturas, de examen, de meditación. Pero evitemos la enseñanza de credos o de catecismos, sean ellos políticos o morales.

En segundo lugar, la idea de una educación nacional se funda en la incomprensión del espíritu humano. Todo lo que un hombre hace por sí mismo, estará bien hecho. Todo lo que sus vecinos o el Estado procuran hacer por él, estará mal hecho. La sabiduría nos aconseja incitar a los hombres a obrar por sí mismos, no a mantenerlos en un estado de eterno tutelaje. El que estudie porque quiere estudiar, captará los conocimientos que recibe, comprendiendo plenamente su sentido. El que enseña por vocación, lo hará con energía y entusiasmo. Pero desde el momento en que una institución pública se encarga de asignar a cada cual la función que debe desempeñar, todas las tareas serán cumplidas con frialdad e indiferencia. Las universidades y otros establecimientos oficiales de enseñanza, se han destacado desde hace tiempo por su formal estupidez. La autoridad civil me confiere el derecho de emplear mi propiedad de acuerdo con determinados propósitos; pero es vana presunción creer que puedo trasmitir mis opiniones del mismo modo que puedo transferir mi fortuna. Suprimid todos los obstáculos que impiden a los hombres conocer la verdad y les traban en la persecución de su propio bien; pero no tratéis de eximirles absurdamente del esfuerzo necesario para tal efecto. Lo que yo adquiero porque es mi voluntad obtenerlo, lo estimo en su justo valor. Pero lo que me es gratuitamente concedido, podrá hacerme indolente, pero no puede hacerme respetable. Es en sumo grado insensato pretender procurar a alguien los medios de ser feliz, independientemente de su propio esfuerzo. La concepción de un sistema de educación nacional se basa en la idea tantas veces refutada en el curso de esta obra -pero que se nos presenta nuevamente en mil formas distintas- de que es imposible ilustrar a los hombres si no es por medio de verdades oficializadas.

En tercer lugar, el principio de educación nacional debe ser rechazado en razón de su evidente alianza con el principio de gobierno. Se trata de una alianza de naturaleza más formidable que la antigua y muchas veces repudiada unión entre la Iglesia y el Estado. Antes de poner una máquina tan poderosa en manos de un agente tan equívoco, debemos reflexionar bien en las consecuencias de tal acción. El gobierno no dejará de emplear la máquina de la educación para fortalecer su propio poder y para perpetuar sus instituciones. Aun suponiendo que los funcionarios del gobierno tengan la mejor intención de realizar algo que a su juicio sea meritorio, el mal no será por eso menor. Sus opiniones, en tanto que institutores de un sistema de educación, serán indudablemente análogas a las que sostienen como políticos. Los mismos conceptos que determinan su conducta como estadistas, inspirarán sus métodos de enseñanza. Es falso que la juventud deba ser enseñada a venerar una constitución, por excelente que ésta sea. Debe enseñársele a venerar la verdad, y sólo en la medida en que la constitución participe de la verdad, de acuerdo con un juicio independiente, será merecedora de veneración. Si el sistema de educación nacional hubiera sido aplicado cuando el despotismo se hallaba en su apogeo, es probable que no hubiera logrado sofocar enteramente la voz de la verdad, pero es seguro que hubiera obstaculizado de un modo considerable su desarrollo. Aun en aquellos países donde prevalece la libertad, es razonable suponer que son admitidos muchos errores y una educación nacional tiende esencialmente a perpetuar esos errores, ajustando todos los espíritus de acuerdo con un molde único.

No creemos que la observación de que el gobierno no puede castigar en justicia a los delincuentes, a menos que previamente les haya enseñado a conocer la virtud y a distinguirla del pecado, deba merecer una respuesta especial. Es de desear que la humanidad no tenga que aprender una lección tan importante por un medio tan corrompido. El gobierno puede presumir razonablemente que los hombres que viven en sociedad saben distinguir qué actos son criminales y contrarios al bien público, sin que sea menester declararlo por ley y anunciarlo por medio de heraldos o por los sermones de los clérigos. Se ha dicho que la simple razón es suficiente para enseñarme que no debo herir a mi vecino, pero nunca me prohibirá enviar un fardo de lana fuera de Inglaterra o imprimir la constitución francesa en España. Esta reflexión nos lleva a la esencia del problema. Los verdaderos crímenes son discernidos sin necesidad de la enseñanza de la ley. Los supuestos crímenes, que escapan al discernimiento de nuestra conciencia, son en verdad actos inocentes. Es indudable que mi propio entendimiento jamás me enseñará que la exportación de lana es un delito. Pero no creo que en verdad lo sea por el hecho de que una ley lo establezca. Es un triste y despreciable justificativo de inicuos castigos, el anunciado previamente a los hombres que deberán ser sus víctimas. Se trata de un remedio peor que la enfermedad. Aniquiladme, si queréis; pero no tratéis de destruir en mi espíritu el discernimiento entre lo justo y lo injusto, mediante la llamada educación nacional. La idea de tal educación y aún la necesidad de una ley escrita, jamás hubieran tomado cuerpo si el gobierno y la jurisprudencia no hubieran realizado la arbitraria conversión de lo inocente en culpable.


Fuente:

Capitulo tomado del Libro Investigación acerca de la justicia política (1793) de Willian Godwin (Libro VII capítulo VIII) El Nombre original del capitulo es De la educación nacional 

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domingo, 25 de enero de 2015

¿Anarquía?¿Anarquismo?

¿Anarquía?¿Anarquismo?



¿Qué significa "Anarquía"?


La palabra "anarquía" viene del griego, el prefijo an (o a), significa "no," "la falta de," "la ausencia de", o "la carencia de", más "archos", que significa "soberano", "director", "jefe", "la persona a cargo de", o "autoridad". 

Aunque los términos griegos anarchos y anarchia son habitualmente considerados como "no tener gobierno" o "estar sin gobierno", puede decirse, que de forma estricta, el significado original del anarquismo no era tan simple como "no gobierno." "An-arquía" significa "sin un gobernante" o de forma más general, "sin autoridad", y es en este sentido en el que los anarquistas han continuado usando la palabra.


Mejor que ser puramente anti-gobierno o anti-estado, el anarquismo es primeramente un movimiento en contra de la jerarquía. ¿Por qué? Porque la jerarquía es la estructura organizacional que da cuerpo a la autoridad. Dado que el estado es la "más alta" forma de jerarquía, los anarquistas son, por definición, anti-estado; pero esto no es una definición suficiente del anarquismo. Esto quiere decir que los anarquistas reales se oponen a todas las formas de organización jerárquica, no sólo al estado. 
Hacemos hincapié que esta oposición a la jerarquía, para los anarquistas, no esta limitada solo al estado o al gobierno. Incluye a todas las relaciones autoritarias económicas y sociales y también las políticas, particularmente aquellas asociadas con la propiedad capitalista y el trabajo asalariado. 



¿Qué es el Anarquismo?


El anarquismo es una teoría política cuyo objetivo es crear la anarquía, "la ausencia de amo, de un soberano." (P.J.Proudhon, Propiedad Privada) En otras palabras, el anarquismo es una teoría política cuyo objetivo es crear o promover una sociedad en la que los y las individuos cooperen juntos libremente como iguales. Como cualquier anarquista se opone a todas las formas de control jerárquico -ya sea ese control del Estado o de un capitalista- tan perjudiciales para el individuo y su individualidad y además tan innecesario. Sin embargo,"anarquismo" y "anarquía" son sin duda las mas falsificadas ideas de la teoría política. Generalmente, estas palabras se usan para denotar "caos" o "desorden", y así, en consecuencia, los anarquistas desean el caos social y un retorno a la "ley de la jungla".

Este proceso de "falsificación" no carece de paralelos históricos. Por ejemplo, en los países que han considerado necesario el gobierno por una persona (la monarquía), las palabras "república" o "democracia" han sido utilizadas precisamente como "anarquía", para implicar desorden y confusión. 

Aquellos que tienen intereses creados en preservar el statu quo es obvio que desearan dar a entender que la oposición al sistema en vigor no puede funcionar en la practica, y que una nueva forma de sociedad solo nos llevara al caos. Como lo expresa Errico Malatesta: "Si se cree que el gobierno es necesario y que sin gobierno tiene que haber desorden y confusión, es natural y lógico suponer que la anarquía, que significa la ausencia de gobierno, tiene también que significar la ausencia del orden."

Citando a Pedro Kropotkin, el Anarquismo es "el sistema socialista de no-gobierno". En otras palabras, "la abolición de la explotación y la opresión del hombre por el hombre, es decir la abolición de la propiedad privada (es decir, el capitalismo) y el gobierno." (Errico Malatesta, Anarquía).

El anarquismo, por tanto, es una teoría política cuyo objetivo es crear una sociedad sin jerarquias políticas, económicas o sociales. Los anarquistas mantienen que la anarquía, la ausencia de gobernantes, es una forma viable de sistema social y así trabaja para la maximación de la libertad individual e igualdad social. Ven las metas de la libertad y la igualdad como autoapoyo mutuo.


Aunque hay muchos tipos diferentes de anarquismo (desde los anarquistas individualistas al comunismo libertario, siempre ha habido dos posiciones comunes en el nucleo de todos ellos -- oposición al gobierno y oposición al capitalismo. En palabras del anarquista-individualista Benjamin Tucker, el anarquismo insiste "en la abolición del Estado y la abolición de la usura; en ningún gobierno del hombre sobre el hombre, y ninguna explotación del hombre por el hombre": Todos los anarquistas ven los beneficios, el interes y las rentas como usura (es decir como explotación) y se oponen a ellos y a las condiciones que los crean tanto como se oponen al gobiernos y al Estado.

Así el anarquismo es una teoría política que defiende la creación de la anarquía, una sociedad basada en la máxima de "no gobernantes". Para conseguirlo, "en común con todos los socialistas, los anarquistas mantienen que la propiedad privada de la tierra, el capital y la maquinaria ha tenido su momento; que está condenada a desaparecer: y que todos los requisitos para la producción deben, lo harán, convertirse en propiedad común de la sociedad, en ser administrados en común por los productores de la riqueza. Y...mantienen que el ideal de una organización política de la sociedad es una condición de cosas donde las funciones de gobiernos sean reducidas al minimo...(y) que el ultimo objetivo de la sociedad es la reducción de la funciones de gobiernos a ninguna-- es decir, a una sociedad sin gobierno, a una an-arquia" (Pedro Kropotkin).

El anarquismo, defienden los anarquistas, es simplemente la expresión tórica de nuestra capacidad para organizarnos a nosotros mismos y operar en una sociedad sin jefes ni políticos. Permite a la clase trabajadora y otra gente oprimida llegar a ser consciente de nuestro poder como clase, defender nuestros intereses inmediatos y luchar por una sociedad revolucionaria como un todo. Sólo haciendo esto podemos crear una sociedad que se ajuste a los seres humanos que viven en ella.

No es una filosofía abstracta. Las ideas anarquistas son puestas en practica cada dia. En cualquier sitio donde la gente oprimida se levante por sus derechos, realice acciones para defender su libertad, practique la solidaridad y cooperación, luche contra la opresión, se organice a ellos mismos sin lideres ni jefes, el espíritu del anarquismo vive. Los anarquistas simplemente buscan fortalecer estas tendencias libertarias y llevarlas a su total realización;los anarquistas aplican sus ideas de muchas formas dentro del capitalismo para cambiarlo mejorandolo hasta que llegue el momento de que podamos deshacernos de él completamente.


Fuente:

http://www.spa.anarchopedia.org/A.1_-_%C2%BFQu%C3%A9_es_el_anarquismo%3F

http://www.inventati.org/ingobernables/textos/anarquistas/Autores%20Varios%20-%20Preguntas%20Frecuentes%20Sobre%20El%20Anarquismo.htm


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La Escuela de la Anarquía - Colectivo Paideia (PDF)

La Escuela de la Anarquía (PDF)
de Josefa Martín Luengo y "Colectiva Paideia"


Extracto de la introducción:
Una escuela, considerada como institución educativa, es reflejo constante y variante de la sociedad que nos rodea. Y cuando la iniciamos intentando hacer una pequeña revolución, porque tratamos de educar conforme a unos principios esencialmente humanos de libertad, responsabilidad, justicia, igualdad, felicidad, identidad y solidaridad, vemos que ante el análisis de los resultados hemos perdido de vista la educación constante que toda la gran escuela que es la sociedad realiza; y lo hace en oposición suave y constante, utilizando los mecanismos que la educación autoritaria ha introyectado en sus mentes manipuladas por todos los medios educativos posibles.

Por ello, la dinámica educativa de la anarquía debe ser eminentemente colectivista, en detrimento de la preponderancia individualista que sofoca cualquier forma de autogestión y es eficazmente receptiva a los principios que la sociedad actual manifiesta como valores... Defendemos una escuela que eduque en la búsqueda de la felicidad, de un progresivo camino de libertad y solidaridad comunitaria. Debiendo ser y siendo conscientes de que no existen paraísos artificiales y que la anarquía es un camino que hay que alcanzar, la felicidad es consecuencia de un apoyo mutuo y la colectividad la estructura social en la cual nos debemos asentar para poder mínimamente, acceder a las puertas de la anarquía
Pero el error en el cual caen y han caído algunos anarquistas, es el de pensar que ellos o ellas, eran seres diferentes del humanamente constituido y que podían encontrarse por encima de la realidad humana, ser asépticos, que no lo eran, y defender que el ser humano nace libre y si se desenvuelve libremente, llegará a ser y a asumir los principios de libertad, solidaridad, justicia e igualdad, obviando que con su sola presencia manipulan las maneras de su alumnado, y si no intervienen, las manipulaciones que reciben desde otros sitios se volverán contra quienes eduquen en la anarquía, porque al no ser educados en la madurez, rechazaran, por la inseguridad, la libertad y por ello el pensamiento anarquista.

¿Qué significa Paideia?
Paideia (en griego παιδεια, "educación" o "formación", a su vez de παις, país, "niño") era, para los antiguos griegos, el proceso de crianza de los niños, entendida como la transmisión de valores (saber ser) y saberes técnicos (saber hacer) inherentes a la sociedad.

Video editado por la escuela libre "Paideia" en el año 1993, en el que se conmemora su 15 aniversario y se narran sus experiencias y metodos de enseñanza durante esos primeros años:




Descargar libro completo en PDF:



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sábado, 24 de enero de 2015

La Corporación (Documental)

La Corporación (Documental)


La corporación (The Corporation), titulado en España Corporaciones. ¿Instituciones o psicópatas?, es un documental canadiense del 2003 que en tres entregas describe a la corporación multinacional moderna que hace 150 años no poseía poder. A partir de la constatación de que las empresas modernas, amparadas por el estatus de personas jurídicas, han ido adquiriendo derechos propios de los seres humanos personas físicas, el documental analiza la conducta social de las empresas a través de diversos ejemplos, y utilizando los criterios psiquiátricos con los que un psiquiatra evaluaría la conducta y la salud mental de un individuo cualquiera.


La evaluación de la "personalidad" de la persona jurídica que es la corporación, a partir de los criterios del Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM-IV), establece un paralelismo entre la conducta de la corporación moderna con ánimo de lucro y el comportamiento de un psicópata clínicamente diagnosticado. Las prácticas corporativas examinadas encajan con los síntomas que el DSM-IV considera definitorios de la psicopatía, atestiguado por el doctor Robert D. Hare, especialista de renombre en el campo de la psicología criminal.

Un entretenido y completo documental sobre el nacimiento, el crecimiento y la madurez de ese tumor maligno que son las grandes corporaciones, visto desde una perspectiva muy crítica y real. Cuenta con estrellas invitadas como Nike, Coca Cola, IBM… y con la participación de importantes pensadores como son Noam Chomsky, Michael Moore y Milton Friedman entre otros. 

Documental Online Completo:



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